Principios Educativos
Fin de la educación
Nuestra escuela promueve la adquisición funcional de la cultura en una comunidad educadora, familiar y acogedora, que sigue el estilo de vida de Nazaret. Tiende a la formación integral de la persona, como cristiano y como ciudadano, con un alto nivel de instrucción. Tal formación apunta al desarrollo armónico de todas las dimensiones de la personalidad.
Nuestra institución acuerda plenamente con la finalidad de la educación argentina, expresada en el Art. 6º de la Ley Federal de Educación:
“La formación integral y permanente del hombre y la mujer, con vocación nacional, proyección regional y continental y visión universal, que se realicen como personas en las dimensiones cultural, social, estética, ética y religiosa, acorde con sus capacidades, guiados por los valores de la vida, libertad, bien, verdad, paz, solidaridad, tolerancia, igualdad y justicia. Capaces de elaborar, por decisión existencial, su propio proyecto de vida. Ciudadanos responsables, protagonistas críticos, creadores y transformadores de la sociedad, a través del amor, el conocimiento y el trabajo. Defensores de las instituciones democráticas y del medio ambiente.”
Modelo Pedagógico
Nuestra escuela integra diversas fuentes para elaborar su modelo pedagógico. En primer lugar, toma en cuenta las directivas de la Política Educativa del Estado Federal, expresada en la Ley de Educación Nº 24195 y en los Acuerdos-Marco del Consejo Federal de Educación. También se consideran las líneas provenientes de la política educativa de la jurisdicción de Mendoza, expresada en resoluciones y documentos curriculares. Iluminan, además, en este aspecto las líneas pastorales de la Iglesia diocesana.
Como cuarta fuente de elaboración, debemos mencionar la bibliografía pedagógica que profusamente ha aparecido a partir de la sanción de la Ley Federal de Educación, que en su mayoría se inspira en autores españoles. También se toman en cuenta las líneas pedagógicas trabajadas en los Cursos de Rectores del Consejo Superior de Educación Católica de la República Argentina. Como sexta fuente y tamiz fundamental, se toma en cuenta el carisma de la congregación, que imprime su estilo a todo el quehacer pedagógico del centro educativo.
A modo de síntesis, podemos mencionar los siguientes principios:
Se considera a cada joven como protagonista activo de su educación. Es un constructor de su destino como así también de sus conocimientos.
Se respeta y se promueve el camino personal de cultura y de fe, de cada alumno. Las normas se reducen a lo estrictamente necesario.
Se aspira a que el aprendizaje se produzca en un clima institucional y áulico, sereno y familiar, en el que las relaciones lleven al diálogo, a la aceptación, al respeto de la persona.
En la medida que las circunstancias lo permitan, se busca el conocimiento y la adaptación a los caminos personales de aprendizaje.
Procurando conocer los aprendizajes previos de los distintos grupos de alumnos y sus posibilidades de desarrollo (Zona de desarrollo próximo, según Vigotsky), se mantiene siempre una tensión pedagógica que moviliza a los jóvenes hacia más y mejores conocimientos, habilidades y valores.
Se prioriza un enfoque que promueva la síntesis, la visión general de aquellos conceptos, destrezas y valores considerados medulares para el progreso de los alumnos y que, generalmente, están expresados en los aprendizajes acreditables del diseño curricular.
Perfil del Alumno y Alumna
Nos referimos aquí al Proyecto Educativo de nuestro Centro Educativo en lo que se refiere al Tercer Ciclo de la Educación General Básica y al Polimodal, tomados como una unidad articulada. Por tanto, al terminar el nivel Polimodal, se espera un alumno:
- Capaz de ejercitar sus derechos y cumplir los deberes de ciudadano, en la sociedad democrática actual.
- Comprometido con un estilo de vida cristiano.
- Idóneo para acceder a los sectores de la producción y del trabajo, a través del desarrollo de las habilidades instrumentales necesarias.
- Reflexivo y crítico ante los mensajes de los medios de comunicación social y en su interacción con las demás personas y grupos.
- Autónomo intelectualmente para encarar estudios ulteriores.
- Cuidadoso de su salud psicofísica, por medio del desarrollo integral de los diversas dimensiones de su persona (física, intelectual, afectiva, ética, social, religiosa).
- Coherente entre lo que piensa, lo que dice y lo que hace, manifestando una personalidad honesta, que ayude a construir una sociedad argentina mejor.
- Firme, esforzado y emprendedor, para lograr los objetivos propuestos.
- Creativo en sus tareas.
- Sencillo, alegre y esperanzado en el futuro.
“Lo que se hace por amor y con amor tiene un valor infinito.”
Madre María Dominga Mantovani
